BIENVENIDOS

A MI EGOCÉNTRICO BLOG

=))))

martes, 27 de octubre de 2009

¿Para qué la educación?

Hace un par de años en que la reforma educativa de educación media superior comenzó, se hablaba de quitar la filosofía del curriculum, total que comentando con mi maestro de filosofía el Dr. Arturo Aguirre nos mostró una postura muy distinta y nos decía lo que implicaba la educación no solo de filosofía sino de cualquier otra materia.

Dejo en seguida un comentario que hizo a un alumno que nuevamente preguntó lo que aquella vez ya habíamos cuestionado.


Estimado Jorge

no confundas la enseñanza de la filosofía, mejor aún, a los enseñantes de filosofía y las asignaturas con el oficio filosófico del pensar. En su momento, pedí ecuanimidad por aquello de que "LA FILOSOFíA" iba a desaparecer del curriculum. El plantemamiento es tan estéril como decir "LA VIDA" cuando se habla del aborto o la eutanasia. No existe algo así como LA filosofía, si esto fuese cierto, pues comenzad por poner a enseñantes de filosofía en los programas televisivos de 9 a 1 pm en el canal 2, otros que presenten videos en MTV, que algunos más sean políticos y otros que escriban guiones de radio. Que se llenen las primarias, secundarias, bachilleratos y universidades de sabiondos que citan con familiaridad a Platón o Heidegger. Si el asunto es salvar la FILOSOFÍA y acercarla a la vida, que se haga esto y preocupense cuando se le quiera dar de baja del currículo de estudios. Pero recuerden, al frente de la idea deberán poner a los mismo enseñantes de filosofía que se preocupan por su fuente de trabajo, a los que opinan que LA FILOSOFÍA por sí es de vital importancia aunque no entiendan bien a bien en qué consiste, salvo que "ayuda a pensar".
La vida no se determina como algo en sí y menos cuando se habla del aborto o la eutanasia, pues la vida adquiere sus relieves en cada cual y es tan individual como lo son las enfermedades (que no LA enfermedad). La filosofía es otro tanto, Jorge. Nació 2 300 años antes que los bachilleratos. Si la filosofía está lejana de los jóvenes ahora, lo decía yo en la conferencia aquella, no es sólo porque la filosofía sea condenada por los burócratas insulsos dados a la política (de los cuales también las universidades se han comenzado a llenar aquí y en Berlín), pues lo mismo pasa con La matemática o con la "educación física". No hay un recetario para acercar a la juventud, a la niñez o la vejez a estas cosas, si el gusto por vivir se ha desdibujado de las aulas, de las decrépitas instituciones, y se ha ido a los estadios, a los domingos de la sala de estar viendo televisión... Aquí, como en las cosas fundamentales, no hay respuesta que nos satisfaga. ¿Cómo se enseña a vivir? esa es la pregunta que tendremos que hacernos, y ver si en esto colaboran nuestras leyes, nuestras universidades, nuestros padres, amigos y maestros (también los de filosofía). Pues a vivir se aprende ejerciendo la experiencia, hoy tan convulsa y desdibujada, Jorge. POr eso te decía aquel día que debemos hacer atrayente y atractivo el quehacer filosófico, porque hablábamos de esto, pero lo mismo debe pasar con la ciencia, el arte y todas las formas simbólicas que nos apoyan en el mundo. Si cada vez sabemos menos del mundo qué enseñaran nuestros maestros, nuestros versados citadores (que poco entienden el sentido de por por qué y para qué fueron escritas aquellas líneas que ahora les atragantan el aliento). Si quitarán la asigatura de filosofía de la educación de nuestra carrera, ¿armaríamos revuelo? POr qué no lo armamos desde ahora cuando un alumno abandona la carrera por no ver el sentido de su formación en su forma de vivir; por qué no enseñarnos otras maneras de hacer escuela y academia, más allá de las vetustas formas de evaluación que ocupamos, de las marchitas fórmulas que ocupamos para enseñar; eso incluye, por qué no aprendemos a ser alumnos de otra manera, no tan preocupados por las calificaciones (ya me gustaría que el alumno el primer día de clases en lugar de preguntar por la evaluación preguntara por el servicio que ese curso le va a dar a su vida, de qué manera le ha servido al maestro y qué bienestar le traerá a la comunidad nuestra).
Créeme Jorge, así como la Educación no existe, La filosofía tampoco. Existe la relación que el educador, el filósofo, el matemático... entablan con la realidad, en donde se nos muestran los otros como coexistentes. El problema es, entonces, tan antiguo como siempre y hay que plantearlo así: cómo se ha de vivir, y vivir bien.
Salud
AA

No hay comentarios: